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Las vacunas de ARN mensajero ofrecerían protección contra las variantes del coronavirus

A finales de 2020, los investigadores sudafricanos identificaron la cepa B.1.351 y que se ha demostrado y convertido ahora en la predominante y una de las mas resistentes. Los estudios de laboratorio muestran que esta variante tiene mutaciones que reducirían los efectos de los anticuerpos destinados a combatir el virus, y los ensayos sugieren que algunas vacunas COVID-19 son significativamente menos eficaces contra dicha cepa que contra otras.

Las primeras investigaciones de laboratorio sugerían que las vacunas de ARN (ARN Mensajero), incluida la vacuna de Pfizer-BioNTech, se podrían ver debilitadas por el B.1.351 (denominada variante sudafricana), pero probablemente no se verían totalmente comprometidas. En abril, las autoridades anunciaron que en un pequeño ensayo realizado en Sudáfrica se había comprobado que la vacuna era totalmente eficaz contra el B.1.351, pero en el estudio que contó con la participación de unas 800 personas, sólo se registraron 6 infecciones causadas por el B.1.351 en el grupo de placebo, por lo que la eficacia podría haber sido mucho menor.

Recordamos que la tecnología de las vacunas ARNm en la que se basan las vacunas de Pfizer y Moderna, para generar una respuesta inmunitaria en lugar de utilizar el virus completo, contiene una pequeña secuencia genética creada en el laboratorio, estas vacunas se basan en las proteínas de la espícula externa del virus SARS-CoV2, que son las que utilizan los anticuerpos para reconocer y combatir el virus, prácticamente estimulan el sistema inmunitario a generar una defensa, una respuesta del organismo similar a la acción de las vacunas tradicionales. Entre las vacunas para la Covid-19 actualmente en uso, las vacunas de ARNm son las que han tenido los mayores índices de eficacia durante los ensayos.

Por otro lado, los investigadores de Qatar han encontrado la evidencia más convincente de que las vacunas actuales pueden eliminar variantes como la B.1.351. Las personas de Qatar que recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech han tenido un 75% menos de probabilidades de desarrollar un caso de COVID-19 causado por la B.1.351 y han tenido una protección casi total contra la enfermedad grave causada por esa cepa que las personas no vacunadas.
«Creo que esta variante es probablemente la peor de todas las que conocemos», dice Laith Jamal Abu-Raddad, epidemiólogo de enfermedades infecciosas de Weill Cornell Medicine-Qatar en Doha, que dirigió el estudio en Qatar. «Tenemos las herramientas, a pesar de estas variantes, para controlar al menos las formas graves de la infección, y esto debería funcionar bastante bien en la transmisión».
«Aunque hubo infecciones puntuales, no condujeron a la hospitalización ni a la muerte, salvo en muy, muy raras ocasiones», comenta Abu-Raddad. Dos personas murieron de COVID-19 causada por B.1.351 después de recibir su segunda dosis de vacuna, pero es muy probable que se infectaran antes de que comenzaran los efectos protectores de la vacuna de refuerzo. «Si hace un año le dijera a alguien que tendríamos una eficacia del 75% contra las peores variantes que tenemos, lo consideraría una noticia extremadamente satisfactoria», añade Abu-Raddad.

Los resultados publicados el 5 de mayo en The New England Journal of Medicine, indican que las actuales vacunas de ARN son una potente arma contra las variantes más preocupantes y que impiden la inmunidad.
Los investigadores compararon las tasas de infección por SARS-CoV-2 en personas vacunadas con las de los controles no vacunados. Las personas que recibieron dos dosis de la vacuna tenían un 90% menos de probabilidades de desarrollar una infección causada por la B.1.1.7 (variante británica), lo que coincide con los resultados encontrados ya en Israel, el Reino Unido y otros países. Los investigadores identificaron alrededor de 1.500 infecciones causadas por la variante sudafricana B.1.351 en personas vacunadas, pero sólo 179 de ellas se produjeron más de dos semanas después de la segunda dosis. Apenas hubo casos graves de COVID-19 causados por la variante B.1.1.7 o B.1.351 entre los individuos totalmente vacunados.

Shabir Madhi, vacunólogo de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo (Sudáfrica), afirma que los resultados de Qatar son prometedores. Los niveles relativamente altos de anticuerpos que bloquean el virus, desencadenados por dos dosis de una vacuna de ARN, probablemente explican por qué ésta confiere mejor protección contra el B.1.351 que otras vacunas, como la desarrollada por la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca.

Pero Madhi espera que las demás vacunas también eviten la enfermedad grave causada por esa variante. En otra publicación/comunicación en el New England Journal of Medicine del 5 de mayo, su equipo comunicó que la vacuna producida por la empresa de biotecnología Novavax, de Gaithersburg (Maryland), en un ensayo realizado en Sudáfrica con más de 6.000 personas sin VIH, reduciría el riesgo de contraer la COVID-19 en un 60% en los participantes. Los datos aún no publicados muestran que la vacuna fue muy eficaz contra los casos graves de COVID-19 causados por B.1.351, con ningún caso en los individuos vacunados y cinco en el grupo placebo.

Sin embargo, Pfizer/BioNTech al igual que Moderna, están desarrollando una vacuna de ARN actualizada contra B.1.351. Los primeros resultados de los ensayos de Moderna sugieren que una inyección de refuerzo de la vacuna actualizada generaría una elevada respuesta inmunitaria contra la variante B.1.351.