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Los fallos en el diagnóstico entre las principales causas del daño al paciente

En la actualidad más de 138 millones de pacientes se ven perjudicados por negligencias médicas y 2,6 millones de personas mueren cada año por este motivo, aunque según Naciones Unidas “la mayoría de estas muertes son evitables”.

Cada año millones de pacientes sufren daños a causa de una atención sanitaria poco segura, con un saldo de 2,6 millones de muertes anuales tan solo en los países de ingresos bajos y medianos. La mayoría de estas muertes pueden evitarse. Las consecuencias personales, sociales y económicas de los daños que afectan a los pacientes dan lugar a pérdidas de billones de US dólares en todo el mundo.

“Fallos en el diagnóstico, en la prescripción de tratamientos y uso inapropiado de los fármacos son las tres principales causas de este alto número de afectados”, destacó Neelam Dhingra-Kumar, coordinadora de seguridad para los pacientes en la OMS. Según la investigación, cuatro de cada diez pacientes sufren daños durante la atención primaria y el tratamiento ambulatorio. Solo los errores de medicación cuestan aproximadamente 42 mil millones de dólares anuales y los procedimientos de la incorrecta atención quirúrgica causan complicaciones en hasta el 25% de los pacientes, lo que resulta en 1 millón de muertes anuales.

2,6 millones de personas mueren cada año

 por error en el diagnóstico”

«Nadie debería sufrir daños mientras recibe atención sanitaria. Pese a ello, en todo el mundo mueren al menos 5 pacientes cada minuto debido a una atención poco segura», señaló el Director General de la OMSDr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Necesitamos una cultura de la seguridad que promueva el contacto cercano con los pacientes, les aliente a notificar los errores para poder aprender de ellos, y cree un ambiente en que los profesionales de la salud no se sientan culpabilizados y en que se les ofrezcan los medios y la capacitación para reducir los errores».

En la profesión médica, son básicas y necesarias las pruebas clínicas para lograr una correcta prevención, diagnóstico y cuidado de los pacientes, aunque en muchas ocasiones se produce un error, lo que afecta a cerca de un 5% de los adultos según la OMS, además de suponer un 10% de las muertes de pacientes y representar entre el 6% y 17% del daño hospitalario. Los fallos cometidos en cada una de las fases del análisis clínico pueden oscilar entre el 10% y el 70% dependiendo de en cuál de ellas nos encontremos.

“Al menos 5 pacientes mueren cada minuto

debido a la atención insegura”

Uno de los grandes retos es por tanto la prevención de este tipo de incidencias y conseguir un seguimiento de calidad en tiempo total (TAT) y tiempo real. Siguiendo las recomendaciones de la OMS, es necesario priorizar la investigación e incorporar la seguridad del paciente, buscando un sistema óptimo de gestión de la información que minimizará los errores en el tratamiento y medicación.

Gracias al desarrollo tecnológico constante, las empresas y el sector sanitario cuentan con herramientas a su alcance para lograrlo mediante su transformación digital. Y en la

actual crisis sanitaria provocada por el virus Covid-19 se nos presenta una gran oportunidad para impulsar la digitalización de este sector ya que, aunque contamos con un Sistema Nacional de Salud poco evolucionado, muchas empresas han reducido sus anotaciones en papel e incrementado los registros digitales para las pruebas de laboratorio.

De este modo además de asegurar la calidad y rendimiento de las tareas, se minimizan los errores manuales y la variabilidad del dato por lo que se incrementa la fiabilidad del mismo de manera considerable. Además de facilitar la conectividad entre los equipos y la transcripción directa de la información, mediante su automatización, sin tener que incluirlos manualmente ni realizar revisiones.

Es por tanto prioritario para las empresas del sector sanitario invertir en la innovación y digitalización ya que además de centralizar la información, que les permitirá medir la eficiencia de los procesos y la salud individuales facilitando la obtención de alertas en tiempo real, convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de la sociedad 2.0 en la que vivimos.