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Las tecnologías digitales en la estrategia de salud pública para la gestión de COVID-19

Las tecnologías digitales, en todo el mundo, se están utilizando cada día más para contribuir y respaldar la respuesta de salud pública a la pandemia COVID-19 incluyendo la vigilancia de la población, la identificación de casos, el rastreo de contactos y la evaluación de las posibles intervenciones a partir de la base de los datos de movilidad y concentración de los individuos.

Estas soluciones digitales pueden beneficiarse de miles de millones de teléfonos móviles, grandes volúmenes de datos en línea, dispositivos siempre conectados, recursos informáticos de costo relativamente bajo y avances en el aprendizaje automático gracias a la inteligencia artificial.

El presente análisis tiene como objetivo principal determinar la importancia de las innovaciones digitales y sus limitaciones, así como los obstáculos para su aplicación, incluidas las barreras jurídicas, éticas y de privacidad, además de las barreras organizativas y laborales.

Para poder planificar estrategias de reglamentación internacional es más que probable que el futuro de la salud pública sea cada vez más digital. Una evaluación y utilización de las tecnologías digitales para reforzar la gestión de pandemias como la COVID-19 y la preparación a futuras otras enfermedades infecciosas.

Al igual que en anteriores brotes y pandemias, el control de la COVID-19 se basa en la detección y contención precoz de los brotes de infección y la subsiguiente interrupción de la propagación en las comunidades, todo eso para mitigar el impacto en la salud humana. Cabe destacar que durante el brote de peste que afectó a la Europa del siglo XIV, se recurrió al aislamiento de las comunidades afectadas y a la restricción de los movimientos de la población para evitar una mayor propagación.
Estas medidas de salud pública para responder a los brotes, siguen siendo válidas hoy en día, entre ellas la vigilancia, la rápida identificación de los casos, la interrupción de la transmisión en la comunidad y una rigurosa estrategia de comunicación pública. Es esencial vigilar la forma en que se aplican esas medidas y sus repercusiones en la incidencia y mortalidad.

La tecnología hoy nos puede ayudar, y mucho.

Partiendo de la premisa que el Reglamento Sanitario Internacional del 2005 establece que todos los países deban disponer de una infraestructura adecuada para garantizar su capacidad básica de respuesta a los posibles riesgos de propagación de infecciones a nivel internacional.
La investigación y el desarrollo de nuevos métodos y tecnologías para potenciar esas capacidades básicas suelen desarrollarse en los momentos de las apariciones de las epidemias y/o brotes, o sea cuando la innovación es una necesidad máxima y absolutamente imprescindible.

Por ejemplo, durante el brote de SARS (síndrome respiratorio agudo severo) de 2003, en Hong Kong se identificaron focos de enfermedades mediante el uso de sistemas de datos electrónicos. Asimismo, durante los brotes del Ébola en África occidental en 2014-2016, se utilizó el rastreo de los datos de teléfonos móviles para establecer patrones de propagación en base a los desplazamientos de las masas, y gracias a los dispositivos electrónicos se pudo hacer también un rastreo más eficaz de los contactos y una mejor interpretación de las dinámicas de los brotes.

Del mismo modo, para reforzar las medidas de salud pública mencionadas anteriormente, se están empleando las tecnologías digitales también en la pandemia de COVID-19.

Imagen de nature.com

La revolución digital ha transformado muchos aspectos de nuestra vida.
Cabe destacar que, en 2019, el 67% de la población mundial había dado de alta un dispositivo móvil, de los cuales el 65% eran teléfonos inteligentes y que el crecimiento más rápido se produjo en el África subsahariana. En 2019, se descargaron 204.000 millones de aplicaciones, y en enero de 2020, 3.800 millones de personas utilizaban activamente los medios sociales.

Utilidades basadas en la visualización de datos, Paneles de Control para el respaldo de las decisiones

Una herramienta como los “dashboards” se están utilizando ampliamente durante la pandemia COVID 19. Gracias a la recopilación de datos de salud pública en tiempo real, incluidos los casos confirmados, las muertes y las cifras de las pruebas efectuadas, se utilizan para mantener la población informada de la evolución de la pandemia y también como herramientas para ayudar a los responsables de las tomas de decisiones para la mejora de las posibles actuaciones .

Los paneles de control pueden reflejar una visión más amplia de la respuesta a la pandemia como: a ensayos clínicos, a las medidas socios económicas y al seguimiento de los resultados de distanciamiento social. Algunos dashboards incluyen además datos sobre la efectividad del rastreo de los contactos o de la vigilancia comunitaria a través de varias apps.
Los problemas relacionados con la calidad y la coherencia de la recopilación de datos siguen siendo objeto de mejora. La falta de normas oficiales y las incoherencias en la presentación de estadísticas por parte de los gobiernos de los distintos países dificultan las comparaciones mundiales.

Por otro lado cada día hay un mayor interés respecto a la realización de pruebas rápidas descentralizadas pero conectadas digitalmente. El fin es ampliar el acceso a las pruebas, aumentar la capacidad de testeo y aliviar la carga de los sistemas de atención de la salud y de los laboratorios de diagnóstico. ofreciendo los resultados en cuestión de minutos.

La utilización de teléfonos inteligentes con lectura automática mediante el uso de técnicas de procesamiento de imágenes y métodos de aprendizaje automático (inteligencia artificial) podría permitir que las pruebas masivas se vinculen con la información geoespacial del paciente y con una notificación inmediata tanto a los clínicos como a los sistemas de salud pública, esto claramente podría acelerar los resultados y las metódica de actuación.
No obstante, para que esto funcione eficazmente, se requiere una aprobación por parte de las instituciones, una homogeneización de los datos y la integración de estos en la historia clínica electrónicas de los pacientes.

En la actualidad hay empresas especializadas en el sector de la digitalización de los datos que están trabajando y han ya realizado herramientas y apps para que esto se pueda realizar de forma eficaz, rápida y con costes contenidos, pero con calidad, fácil difusión y utilización.